lunes, 19 de diciembre de 2011

La sal que no sala y el azúcar que no endulza


O lo que es lo mismo “Auckland’s matters”.

Sí, entre las curiosidades varias de esta ciudad, se halla el pintoresco fenómeno de estos dos condimentos de cocina. Nadie sabe por qué pero las cantidades de una cosa y otra con las que estás acostumbrado a cocinar, aquí no es suficiente. Debe ser por eso que los envases de ambas te los venden en formato familiar. Ay bendita Azucarera Española!

Otro punto a destacar es la vida animal en la ciudad. Llevo casi 3 meses aquí y os puedo asegurar que no he visto ni un solo gato por la calle, nada, inexistentes. Lo mismo ocurre con los perros, he visto alguno pero siempre en algún parque, y os aseguro que se pueden contar con los dedos de una mano. Parece ser que aquí se toman muy en serio lo de tener una mascota. Eso sí, tienen especial adoración por los pájaros, que campan a su gusto por cualquier espacio, a los hechos me remito dejándoos esta imagen que pude captar mientras me tomaba un café:


Es más, existe una copistería cerca de donde vivo donde en más de una ocasión me había parecido ver rondar a alguna paloma. Un día entramos la rubia y yo y descubrimos la razón de nuestra sensación, y es que la buena mujer, entre copia y copia, había instalado un improvisado comedero a las tan queridas ratas del cielo…

Pero sin duda alguna, el fenómeno estrella de la ciudad es el chanclismo y/o pies negros. Te pongas lo que te pongas y haga el tiempo que haga, unas buenas chanclas es la mejor manera de integrarte en la ciudad; especialmente los días lluviosos (que son unos pocos, por cierto). Yo me imagino que esta gente dejará el zapato cerrado para pleno invierno, porque aquí las chanclas es el calzado estrella, y eso cuando van calzados, porque si no llueve el calzado les sobra y muchos salen descalzos, madres con sus hijos incluidos.
Otra opción menos usada, pero no por ello inexistente o carente de la atención que merece, es usar las zapatillas de andar por casa… Si con la ropa ya les cuesta acertar a la mayoría, lo del calzado ya es un mundo aparte.

Y luego están las confusiones interlingüísticas, que pueden hacer que empieces a mirar a la banca con otros ojos…  

Filial de Rabobank, claro

Para terminar, saliéndome de los asuntos tratados hasta ahora pero sabiendo que vuestro apetito informativo lo pide, sólo me queda deciros que la charla del otro día sobre cine Español fue todo un éxito. Teniendo en cuenta el día tan desagradable que hizo, fue sugestivo ver la salita llena de gente así como satisfactorio recibir las peticiones de volver a verme por alli con algo nuevo entre manos.
Me gustaría agradecerle a Cristina la oportunidad que me ha dado y la confianza que depositó en mi sin apenas conocernos. Espero que el año que entra podamos darle forma a esa idea que quedó encima de la mesa y en nuestras cabezas.

domingo, 4 de diciembre de 2011

New situation


Pensaba que no llegaba al fin de semana… ¡pero he llegado! (esto es por darle un poco de drama al asunto, que como dice siempre mi amiga María “lo que nos gusta un drama, somos unas pequeñas damas de las camelias”) (tú siempre tan sabia Meri).
Bueno, en mi defensa he de decir que llevar tanto tiempo en España agregado a esa gran empresa que sostiene el pais, léase INEM, no me ha beneficiado mucho a la hora de incorporarme a la vida laboral, y además con 2 trabajos a la vez.
Tanto en uno como en otro hago prácticamente lo mismo, limpiar, asi que desde ahora soy la nueva Aída, todo el día con el mocho en la mano.
En el hostal-residencia de por las mañanas me ocupo de la 5ª planta, 24 habitaciones de féminas para mi solito. El horario es de 8h a 13h, pero lunes, miércoles y viernes también me toca jardín, ahí hago como 2’5 o 3h más. El último día me dejaron un “blower” (no conozco la palabra equivalente en castellano), que es como un aspirador pero pa’fuera, vamos, que sopla. Ahí estaba yo como un niño con un juguete corriendo detrás de las hojas.
El jardín es muy entretenido, pero también lo que más cansa. La parte buena es que me pagan por horas, asi que si hago más o menos repercute directamente en mi bolsillo.
Mis compañeras son 3 samoanas y una chica filipina, muy majas, que se pasan los descansos hablando de política y jugadores de rugby... me tendré que poner al día! Mi manager también es muy majete, es brasileño y le gusta mucho el español, asi que aprovecha a hablarlo conmigo porque dice que ya se le ha olvidado mucho; la verdad es que ha estado muy pendiente de mi, de cómo estaba, de si necesitaba algo. En mi primer día bajó en el descanso para consultarnos sobre el sitio donde se iba a hacer la cena de Navidad; sonó bastante bien. Friendly people.
Como por la tarde me toca hacer el trabajo de mi backpacker, esta semana he terminado molido, asi que mi vida social se ha visto drásticamente reducida. Pero bueno, supongo que es cuestión de que mi cuerpo se habitúe. Ays, qué dura es la vida del emigrante!

También mi vida social ha menguado porque las rubias ya se han ido de Auckland. A mediados de noviembre llegó una amiga de Lara aquí, Gema la valiente, que se ha venido sin visado de trabajo y con el inglés justo. Después de que Lara consiguiera que su jefe la dejara irse con ella al campamento la última semana sólo a cambio de alojamiento y la ayuda de Gema, volvieron a Auckland el fin de semana y ahora se han ido a buscar trabajo a Whangarei hasta Navidad.

Y ahora os cuento un pequeño proyecto que tengo entre manos. 
La universidad de Salamanca ha montado una fundación aquí, en Devonport (a 10 minutos de ferry de Auckland), para darse a conocer y difundir también la cultura española, tradiciones, el idioma… 
Hasta el otro lado del mundo llegan sus dominios
Conocí a la chica que lo lleva, Cristina (que, por cierto, sus padres son los dueños de La Imprenta, que pequeño es el mundo!) a través del spanish team y los encuentros de los miércoles y me ha propuesto participar en las actividades culturales de este mes de la Fundación y dar una charla. Por posibles futuros proyectos, hemos decidido que el tema va a ser Cine Español; asi que el 15 de diciembre debuto como conferenciante ¡en inglés!. La verdad es que me hizo mucha ilusión que me lo propusiera y estoy muy motivado con ello, y encima es remunerado. En fin, que es como un caramelo para mi, asi que me despido con su buen sabor de boca.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Y llegó


Después de las numerosas muestras de ánimo (que no presión) que he recibido por parte de muchos de vosotros, he decidido que ya no puede pasar de hoy actualizar este cuaderno de relatos varios.
Esta semana empezó fuerte, tanto que, según publiqué mi última entrada, ya se había quedado obsoleta.
El lunes por la mañana Lara recibió una llamada de un tipo que le ofreció trabajar en un campamento cercano a Auckland durante una semana. La necesitaba para el martes, asi que tenía que irse esa misma tarde, con lo cual fue todo muy rápido.
Al irse Lara del backpacker yo me quedé con su vacante de trabajo por acomodación aquí, asi que no había conseguido un sueldo, pero al menos los gastos iban a disminuir considerablemente, conseguía Internet gratis, lavadora y secadora.
A la mañana siguiente, martes, tenía la entrevista de la que os hablé. El manager fue muy majo, me dijo que simplemente quería charlar conmigo, saber cuales eran mis planes, el tipo de visado que tenía y… me dio el trabajo! Tengo que ir el día 25 a hacer un training y el 28 ya empiezo. Me han hecho un contrato de 3 meses porque, según mi tipo de visado, se supone que es el máximo que puedo trabajar con el mismo empleador. Trabajaré sólo en turno de mañana, de lunes a viernes, me dijo que entraría a las 8h y que dependiendo del día saldría sobre las 12h ó las 15h, asi que realmente no sé cuantas horas semanales haré. Mis labores son diversas parece ser, desde limpieza a recepción, asi que espero que eso se refleje en mi inglés!
El turno que tengo en mi backpacker ahora es de mañana, asi que no lo podia compaginar, pero justo esta semana que entra se va un compi que tiene turno de tarde, asi que he pedido quedarme con ello y me lo han dado.
En resumen, que trabajaré por las mañanas en YMCA (sí, se llama así… espero las coñas) y por las tardes un par de horas en mi backpacker.
Sí, de repente los astros se han alineado y todo lo que no ha salido en 6 semanas lo ha hecho en menos de 48h. Un sueldo y el ahorro del alojamiento: va bene!.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Looking for

Creo que esta es la expresión que más utilizo en este país. Cuando no busco una habitación, busco un trabajo y sino, ambas cosas a la vez.
No nos engañemos, buscar un techo es bastante (muy) tedioso. En Auckland además se riza el rizo, porque si quieres vivir en un piso en el centro a un precio “asequible”, esto es, menos de 80eur por semana, sólo tienes 2 opciones: compartir habitación ó alquilarte un armario, sí, sí, un armario; aquí los armarios de muchos pisos son grandes, así que en algunos se mete una cama y se utilizan como habitación (hace unos días me ofrecieron uno por 80eur, pero me lo quitaron antes siquiera de ir a verlo).
Lo de compartir habitación (y cama en algunas ocasiones) no me termina de entusiasmar, asi que la cosa se complica.
Auckland es una ciudad muy multicultural, open mind, lo que da lugar a encontrarte anuncios de pisos en los que el anunciante solicita hasta el tipo de sexualidad que busca para su próximo compañero de piso. Generalmente han sido asiáticos los que solicitaban sólo gays ó bisexuales… Si tenemos en cuenta que la mayor parte de la población en el centro son asiáticos e indios, la complicación en la búsqueda va en aumento.
Y por último está el tema de las distancias. Auckland no es que esté superpoblada, pero está desparramada. A excepción de la almendra central, el resto de la ciudad se nutre de casitas individuales, barrios residenciales y parques. Como el transporte público digamos que no tiene la regularidad que en Madrid, lo de acotar distancias se convierte en un problemilla añadido.
En definitiva, que he decidido que una vez que encuentre el trabajo, me ocuparé de mirar el piso. La vida en el backpacker me recuerda a mi vida de residencia segoviana… y tampoco estuvo tan mal.

En cuanto a la búsqueda de trabajo. Primero la excusa fue el mundial de rugby, después que se rompió el colector que suministra gas a todo Nueva Zelanda y, por ende, muchos restaurantes decidieron cerrar, asi que un servidor sigue buscando.
Hace un par de semanas conseguí mi primer training, aquí se estila mucho esto, que consiste básicamente en que trabajes un par de horas mientras que se supone que te enseñan y/o comprueban cómo funcionas. El sitio en cuestión se llamaba Havana, el manager Mariano y la comida (tapas mayormente) era un despliegue de platos españoles; sin embargo en ningún momento me hablaron en español, bueno, de hecho apenas me hablaron… el señor Mariano me dijo que le ayudara a abrir el bar, que le limpiara la barra, mesas y superficies y me enseñó la caja. A partir de aquí debía ser cosa mía, porque no volvió a decirme más. Después de 5h, algunas cervezas y un par de coca-colas servidas, la que se supone que sería mi compañera de trabajo (a la cual también parecía que la cobraban por palabra articulada) me dice que puedo marcharme. Le pregunté si me iban a llamar o a decirme algo, pero parece que la paloma mensajera se debe de haber perdido por la ciudad con mi mensaje…
Lo único que saqué en positivo de esto fue conocer el uso de la cafetera. No os podéis imaginar lo solicitado que está aquí esa profesión, tienen hasta un curso especial para ello y, si lo tienes, tienes trabajo asegurado. Así que si alguno está pensando en venirse a buscar trabajo a tierras neozelandesas, sólo tiene que demostrar que sabe hacerles un café (algo que, os aseguro, no es tarea fácil).
La semana pasada estuve en un mini festival de cine italiano que organizó la universidad de Auckland, allí conocí a John, un koreano que emigró a tierras árabes con su familia y que, cansados de la discriminación que sufrían alli, decidieron mudarse a Nueva Zelanda hace 17 años. Después de contarnos nuestras respectivas historias me dice: “¿Tú le diste tu cv a Bea?” le dije que sí y me contestó “Pues lo tengo yo”, me quedé un poco sorprendido y pensé “¡vaya pedazo de cobertura que he hecho en esta ciudad!”, y luego ya me contó que él trabajaba en el backpacker donde vive Bea y que ella se lo había dado. El caso es que me dijo que tenían una vacante y que le hablaría al manager de mi, y así fue, así que esta semana tengo una entrevista que me da buenas vibraciones. Crossed fingers.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Aniversario


Un mes, cumplimos nuestros primeros 30 días en esta nueva ciudad, país, continente, hemisferio… mundo!
Esto es como cuando empiezas una relación o tienes un bebé, que los primeros meses tienen un peso especial y se celebran.
A nosotros el aniversario nos coincidió con Halloween, asi que el motivo de celebración era doble. La noche del sábado nos invitaron a una fiesta en una casa y había que ir disfrazados, asi que allí que nos presentamos de esta guisa:

Cada uno que decida por sí mismo el “nombre” del disfraz

Fue una trepidante aventura que comenzó al montarnos en el bus. Cuando el señor conductor nos dijo el precio, 4’5$, yo pensé que era el precio total, pero no, era el individual, y teniendo en cuenta que aquí te cobran por zona y suele ser 1’8$, debíamos ir casi hasta Mordor… Todo esto nos llevó a pensar “¿y cómo volvemos?” asi que decidimos volver a interaccionar con el conductor y preguntarle por la hora del bus de vuelta a la civilización, “a las 8h” contestó apaciblemente… Bueno, pues parece que va a ser una larga noche.
En la casa había representación de Austria, Italia, Francia, Rusia, Alemania, Argentina (siempre), algún país asiático y España (¿¿dónde se meten los kiwis??). Fue una noche bastante completa, con visita del casero mosqueado incluida, en la que el suelo del salón se terminó convirtiendo en una zona de cama improvisada (nunca me ha parecido más acertado el uso de la moqueta).
A las 8h de la mañana los 3 españolitos estábamos esperando al bus puntualmente, y el bus llegó, sólo que nosotros estábamos en la dirección incorrecta y no pudimos subir. Todo se hubiera arreglado con coger el siguiente en la cera de enfrente si no fuese por el pequeño detalle de que en hora y media la rubia tenía que llegar a su primer día de trabajo previo paso por Bollywood rent para mudarnos… sin presión.
Como los encantos de las españolas son infinitos, conseguimos que uno de los anfitriones de la fiesta (un amable italiano) nos llevara hasta el centro en su furgo habilitada para 2 personas… (sólo puedo decir que viajar en cama es muy relajante).

Y ahora llega la parte de la mudanza. Como ya sabéis Rata y Pollo nos echaron y el día 30 teníamos que tener otro sitio donde dormir. Aunque inicialmente la idea era mudarnos a la casa que conseguimos, al final ha sido imposible por motivos monetarios, afrontar una fianza de 2 semanas más un adelanto de alquiler de otras 2 para dos personas, suponía un gasto de más de 900$ cada uno. Asi que decidimos buscar trabajo por acomodación y preguntamos en varios backpacker, con la suerte de que a Lara la llamaron del nuestro para empezar ese mismo domingo. Y aquí estamos, la rubia trabaja 2h por las mañanas y comparte habitación con 5 compañeros más, mientras que yo estoy en una habitación de 12 camas a la espera de que quede libre una vacante (algo que teóricamente va a ocurrir el día 10).

Tras aclamación popular, y como sé que vais a echar de menos las aventuras de Rata y Pollo, aquí os presento a este último y a otros dos de los integrantes de Bollywood Rent (lo siento pero Rata se cotiza alto y nos ha sido imposible inmortalizarle): 

 Por razones de justicia hacia su persona, he decidido borrar la cara de Jara en esta foto

 Así pueden dormir 4 o 5 en una misma habitación...

viernes, 28 de octubre de 2011

Spanish team

El miércoles de la semana pasada mi vida social dio un giro. Llevaba tiempo queriendo ir a un encuentro semanal que organiza la gente de couchsurfing aquí, el citado “spanish exchange” del que os hablaba en el anterior post. Consiste básicamente en juntarse los miércoles en una casa para comer y beber con la excusa de practicar el español. Alli nos juntamos unas 40-50 personas (la casa se lo podía permitir), asi que conocí a bastante gente, muchos de ellos españoles.
La verdad es que el evento está muy bien, hablas con gente de sitios diferentes que te cuentan como han llegado hasta su ahora y, lo mejor, es la sensación de apertura que te transmiten todos ellos.
Estuve mucho tiempo hablando con Gerardo, un chico de Valladolid que lleva unos 6 meses por aquí con su chica, Virginia, y que acaba de conseguir un trabajo que le abre la posibilidad de quedarse aquí indefinidamente gracias al work permit. Me estuvo contando muchas de esas cosas prácticas que todos queremos saber al llegar nuevo a un país: por donde moverte para ver una cosa u otra, cómo conseguir descuentos (muy español esto), consejos sanitarios, de automoción y mecánico, avituallamiento...
Después de estar en la casa nos fuimos al bar oficial de los couchsurfistas en Auckland, el Bungalov8, donde te invitan a la primera cerveza y te hacen precio especial en sucesivas y en la comida diciendo que eres del grupo… sí, confieso que de momento no he pagado ninguna en este bar.
Aquí conocí al resto de la colonia española. Lo bueno de esto es que comienzas a conocer a gente y empiezan a salir oportunidades varias, como por ejemplo soplos de posibles trabajos (a ver si alguno de estos soplos se materializa).
También conocí a una pareja inglesa. Ella era incapaz de hablar castellano (por vergüenza, no por desconocimiento) y él lo hablaba casi mejor que yo! Habían estado viviendo y trabajando en España, ¡¡y en Ávila durante un verano!! Y ahora trabajan aquí como profesores de inglés.

El domingo quedé de nuevo con el spanish team para ver el partido (no podía ser de otra manera) y siguieron presentándome a más integrantes del mismo. Las consecuencias ya las habéis leído/visto en el post anterior.
Y el lunes, que aquí fue fiesta, me llevaron a hacer mi primera barbacoa de la primavera neozelandesa a un parque enorme llamado One Tree Hill. No puedo no contaros las curiosidades del super al que fuimos a comprar el comercio y el bebercio. Éramos 5 personas, de 28 años en adelante, y para que nos dejasen llevarnos una caja de botellines tuvimos que enseñar todos nuestra identificación (sí, ya sé que es muy responsable por su parte pero, aunque nos duela, a estas alturas ninguno pasa por la minoría de edad). Pero lo más llamativo fue ver este artilugio pegadito a la señora cajera: 



No, no es que en este sitio vendieran uranio enriquecido.
No, tampoco tenían ningún catálogo de donantes a la carta.
Ahí, en ese búnker, se guarda la drogaína… esto es, el tabaco.

En resumen, que el spanish team ha sido todo un hallazgo.

jueves, 27 de octubre de 2011

We are the champions, my friend


Y llegó el gran día.
23 de Octubre de 2011. 21h. Auckland. Estadio Eden Park, Mount Eden. New Zealand vs France. El ganador de esta noche alzará la copa de campeones de la Rugby World Cup.

Como ya sabeis que una imagen vale más que mil palabras, este post va a estar escaso de texto con el deseo de poder transmitiros muchas más cosas.

Desde primera hora de la mañana una gran bandera neozelandesa ondeaba en lo alto de Queen St, la calle principal, que ya se encontraba cerrada al tráfico. La gente empezaba a ocupar la calle dejando claro de qué lado se encontraban ante el inminente evento que colapsaría la ciudad por la tarde-noche.
La multitud fue creciendo conforme pasaban las horas y, a las 17h, todo Auckland podía sentir que algo grande estaba por pasar.




Como los gabachos no cuentan con el mayor de nuestros cariños y la hospitalidad de esta tierra se deja sentir desde el mismo momento en que la pisas, quedó muy patente el sentimiento de la comunidad española para con el equipo local:



La semana pasada estuve en un “spanish exchange” donde conocí a un grupo de españoles que viven aquí, y el día del partido quedamos en la casa de unos amigos suyos para ir calentando motores (tal y como habéis podido observar en la anterior foto). La ciudad instaló varias pantallas gigantes para seguir el partido en diferentes puntos, asi que nos bajamos a la calle para vivir el evento con el ambiente correspondiente. Nuevamente puedo aseguraros que el momento de la haka es incluso más intenso que marcar un tanto.



Como nuestra visibilidad no era la mejor y la policía andaba por todos los rincones controlando que nadie estuviese bebiendo, decidimos volvernos a casa y poder ver el partido con la cerveza en la mano sin pensar por ello que eres un delincuente.
Ya sabréis que fue un partido con una victoria muy ajustada. El 8–7 que finalmente le dio la victoria a los All Blacks nos hizo sufrir hasta el último segundo. Pero una vez que ocurrió eso, una vez que los hombres de negro se proclamaron ganadores del mundial, no cabía sitio para ningún tipo de angustia. Y para muestra un botón:




El orgullo patrio llenó absolutamente todos los rincones de la ciudad, y lo llenó literalmente porque entrar en los sitios se convirtió en una misión tan complicada como la que tuvo la hinchada francesa esa noche.
ALL BLACKS!!

P.D: Realmente este post lleva unas 36h esperando a ver la luz, pero mi desconocimiento tecnológico para con el uso de videos y su edición, así como la trepidante velocidad de internet de la que goza este país, han sido los responsables de que hasta hoy no os haya llegado  :(
P.D.2: La consecuencia también se traduce en otro post inminente.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Miscelánea


Tengo la sensación de llevar mucho tiempo sin escribir cuando, en realidad, apenas han pasado 4 días. Supongo que mi estado de ánimo de estos últimos días ha incrementado mi necesidad de comunicarme.

Este fin de semana ha sido… variopinto. El viernes Lara se fue a Waiheke (una isla cercana) con unos amigos. El sábado fuimos Jara, Tom (un colega alemán) y yo. Waiheke está a media hora de ferry de Auckland, hace unos años nadie quería vivir alli, pero de un tiempo a esta parte se ha puesto de moda y ahora es el sitio de veraneo preferido de la gente de aquí, todo esto se traduce en “casoplones” y “todo a un riñón”. Es una isla chiquitita y la gente es muy acogedora, lo comprobé cuando estuve repartiendo mi cv por la única calle con restaurantes de la isla.
Para movernos decidimos hacer dedo (yo estrenándome en estos menesteres, claro) y dimos con un kiwi super enrollado que iba con su hija y nos hizo un pequeño tour por una parte de la isla: playas y buenas vistas. La vuelta al ferry… bueno, sólo digo que Jara se empeñó en andar y yo a las 2h me revelé y opté por el autobús isleño. Os dejo unas fotillos de la isla:






El sábado por la noche por fin me estrené en la noche kiwi! Esto es, quedé con mi colega bonaerense y una amiga suya boliviana y nos fuimos a un bar/disco a tomarnos una cerveza (que es lo único que me puedo permitir aquí y sólo digo que cuestan lo mismo que una copa en España) y llegué a casa a la 1h. ¡No sabéis cómo lo necesitaba!

Y el domingo fue la semifinal del mundial de rugby: Nueva Zelanda vs Australia, no podía perdérmelo, máxime sabiendo la rivalidad que existe entre estos 2 equipos y la paliza que Australia dio a los All Blacks en el anterior mundial, hace 4 años. Pasé frio de narices, pero valió la pena. El partido estuvo reñido, muy igualado, pero el equipo local se hizo con la victoria y Auckland estalló, sonoramente hablando.

Pero sin duda, la noticia de la semana ocurrió anoche: Rata y Pollo nos han echado.
El motivo no deja de ser curioso, y es que se debe al hecho de querer que gente extraña duerma en casa. Por gente extraña ellos entienden cualquiera que no seamos nosotros. Un día Jara quiso que durmiera aquí Tom (el alemán) y le dijeron que era imposible por razones de seguridad, aquí controlan mucho quien entra y sale de los edificios; asi que ambos dos se marcharon. Después Pollo vino muy serio a hablar conmigo para decirme que eso no podía volver a repetirse ya que en tal caso nos pedirían que nos fuésemos. Pues ayer volvió a pasar, sólo que esta vez pedimos permiso primero y ni con esas… Pollo llegó muy enfadado a casa, llamó a Rata para que viniera y nos sacaron los papeles y un calendario para decirnos que teníamos una semana para irnos. Hablando con ellos, y tratando de tranquilizar a Pollo, acordamos que nos quedamos hasta el 30, justo cuando nos mudaríamos a la otra casa. No fue una situación violenta realmente, todo se dijo de muy buen rollo y la parte buena es que nos devuelven el famoso “letting fee” (ó eso entendimos). Deben de estar deseandito de quitarnos de su vista.

domingo, 16 de octubre de 2011

Rugby


Por si alguno no ha leido nada a estas alturas sobre el tema, la copa mundial de rugby (RWC) se está celebrando en Nueva Zelanda este año. La pasión que los neozelandeses tienen por este deporte es una realidad que queda reflejada en cada esquina de esta ciudad. Allá por donde mires los All Blacks están presentes: camisetas, gorros, tazas, coches luciendo banderas, furgonetas customizadas… vamos, nada que envidiar a la orgullosa hinchada de la Roja.
En Auckland han habilitado una zona del puerto para tan magno evento donde han instalado desde un par de pantallas gigantes hasta una gigantesca pelota de rugby en la que puedes entrar para sentirte “totally in” (adjunto apoyo visual).





También te encuentras artistas (no lo digo yo, lo dicen sus camisetas) que te pintan amable y gratuitamente el símbolo del amado equipo local y te sientes el más kiwi de la fan zone.



El fin de semana pasado jugó Nueva Zelanda contra Argentina, dos equipos con mucha representación aquí (esto está lleno de argentinos), y quedó patente que ganan en saber estar a los futboleros, la alegría de la victoria y la decepción del fracaso se equiparan en moderación; al igual que ocurre con las decisiones tomadas por el árbitro, siempre aceptadas con respeto. Gente civilizada.

Por cierto, si alguno no sabe lo que los All Blacks hacen antes de cada partido para intimidar a su rival, poned “Haka All Blacks” en Google y no perdáis detalle...
No tenemos muy claras aún todas las normas de este deporte, pero una cosa es segura, si por cada golpe que reciben los jugadores se quejaran la mitad de lo que lo hacen los futbolistas, el rugby estaría extinto. Son auténticas bestias que desde el primer minuto pueden estar sangrando pero aguantan los 79 restantes como toros. Concretamente la forma física del equipo local es increíble… ¡¡jamonete!! que diría una amiga.

viernes, 14 de octubre de 2011

Sobre nuestro piso ó Bollywood rent (II part).

Como ya sabéis, nuestro piso ha resultado ser un poco… pintoresco, asi que decidimos participar nosotros también en la elección de colores e incorporamos un nuevo miembro a nuestro spanish team. El sujeto en cuestión es Jara, una madrileña (de Leganés para más señas) que conocimos en el backpacker y que no quería seguir alli, asi que la propusimos venirse a nuestra habitación durante una semana, mientras buscaba otra cosa. No teníamos muy claro cual iba a ser la reacción de nuestros queridos flatmates, asi que primero tanteamos el terreno y, como no podía ser de otra forma, las reacciones han sido diversas.
Como no nos enteramos de sus nombres, los cabecillas tienen sus correspondientes motes: Rata (es el landlord, amo y señor, canijo y delgaducho, con una cara que nos recuerda al citado roedor) y Pollo (es el vasallo de Rata, él era el supuesto “único” habitante de la casa y ahora recolecta la renta).
Primero Pollo nos dijo que no había problema, que era nuestra habitación y lo que pasara en ella era cosa nuestra. Bien, Jara se viene.
Esa misma noche Pollo nos comunica que si viene nuestra amiga lo más probable es que Rata quiera su renta. Mal, Jara no se viene (y nosotros flipamos con el rostro que le echan algunos para sacar pasta).
Al día siguiente Jara se mudaba aquí y a la hora de comer se encuentra con Rata, al que le pregunta que si hay algún problema en que se venga una semana y la respuesta vuelve a ser negativa. Bien, Jara se queda.
Hace un par de noches llega Rata a casa y le dice a Lara que quiere hablar conmigo (yo estaba tumbado). Me comunica que nuestra amiga no le ha pagado y que como es mi amiga, es mi responsabilidad que pague… ¿perdona?... Yo le digo que hable con Jara cuando llegue. ¡Y Jara llegó! ¿He dicho ya que la nena es de Leganés? Pues eso, que con sus dos ovarios (y su ajustado inglés) se acercó a la apu’s room y les dijo “a ver, what happen? Eh!”. Pollo salió primero de la habitación al salón, y cuando vio que la cosa era intensa salió ya Rata. Jara les dijo lo indignada que estaba con su comportamiento, por salir ahora con esas sin haberlo dicho desde el principio. Rata dijo que Pollo me lo había comunicado a mi. Yo le dije que a mi sólo me había dicho que “podía ser” pero que después ella había preguntado y que no habían dicho nada. Ellos seguían insistiendo, de hecho hasta querían que Jara les pagara un “letting fee” (una especie de fianza de 150$ a pozo perdido que ya habíamos pagado nosotros por la habitación). Pero todo cambió de tercio cuando les dijimos que habíamos contactado con uno de los agentes que alquilaba pisos en el edificio y que conocíamos el alquiler del mismo, así como que el letting fee era ilegal. Desde ese momento el discurso cambió a: “Bueno, yo no quiero problemas, asi que si a vosotros no os importa ser 3, por nosotros todo OK”.
Pues eso, que Jara se queda.
Total, que ahora vivimos entre 7 y 8 personas en un piso de 2 habitaciones… cuanto amor! Y cuanto zapato en el pasillo!! Porque no sé si sabéis que los indios (al menos los nuestros) tienen por costumbre llegar a casa y descalzarse, dejando todo el muestrario de zapatos en el pasillo (adjunto documento) con su correspondiente olor…. El apartado olores en esta casa es indescriptible, entre su comida y su calzado nos hemos hecho accionista de AmbiPur.

 Lo del fondo es la puerta (y sí, esta es la basura que se estila en casa...)

Y para acabar os adelanto la buena nueva. Nos mudamos! Habíamos estado hablando con una pareja de kiwis, muy majos, que alquilaban un piso entero. Fuimos a verlo y nos gustó mucho. También son 2 habitaciones pero mucho más grandes, está muy bien situado y la renta no está mal (aunque pagaremos algo más que ahora). La única pega es que hasta el 30 de octubre no se queda libre, asi que aún tendréis que esperar para poder verlo.

sábado, 8 de octubre de 2011

Sobre nuestro piso ó Bollywood rent (I part).

La búsqueda de piso en Auckland está siendo durilla, más que nada porque hemos ido contrarreloj: había que conseguir un techo antes de que se nos acabase la estancia en el backpacker.
Que la Rugby World Cup esté aquí no ayuda, esto se traduce en más gente, menos espacio y mayores precios. Ante este panorama y nuestra alentadora situación, decidimos buscar una habitación para compartir los dos, al menos hasta que se acabe el mundial (a finales de octubre). Los precios rondan los 180NZD semanales (unos 100eur) por habitación, normalmente en ese precio se incluye la luz y/o alguna otra factura, pero siempre depende.
El jueves teníamos que dejar el backpacker y el miércoles por la mañana conseguimos nuestra primera cita para ver una habitación doble, 130NZD… digamos que el espacio y el jabón brillaban por su ausencia.
Volvimos a la biblio para seguir buscando y, justo cuando ya me iba a ir, vi un anuncio de una habitación por 95NZD, estaba en el centro y tenia buena pinta, “tiene que haber tongo” pensé, pero concerté una cita con el tipo para esa misma tarde. El piso molaba (nuevo, bien equipado, terracita, bien situado), estaba limpio, la habitación era amplia, el otro inquilino (indio) parecía normal y el precio no estaba mal (180NZD semanales, porque resulta que aquí, si os metéis 2 en una misma habitación, te duplican el alquiler… lógico y normal verdad?) así que decidimos cogerlo, just on time!
El jueves por la mañana nos mudamos. Cuando llegamos al edificio bajaron a buscarnos nuestro compañero y otro indio, fue muy graciosa la cara de Lara cuando ambos dos me cogieron mis maletas mientras ella se peleaba con sus bultos.
Empiezan las rarezas.
Mientras estamos acomodándonos, nuestro compañero sale del piso y vuelve a entrar con una chica a la que enseña el piso y su habitación… blanco y en botella no? dedujimos que la iba a alquilar también. Perfecto, conocimos a una chica en el backpacker que iba a estar interesada. Se lo decimos a él y nos dice, primero que no, y luego que lo tiene que pensar, que ya nos avisará. Segunda deducción: él es el casero o subalquila.
Cuando llegamos por la noche nos dice que antes de meternos a dormir va a venir el casero a hablar con nosotros… ¿?... y aparece un colega que estaba el primer día que vinimos a ver el piso y que parecía amigo de nuestro compañero... El sujeto en cuestión me entrega un listado de “buena convivencia” para que lo leamos y lo firmemos, entre sus múltiples puntos me llama la atención uno que dice que en la terraza no puedo tener una bici ni fumar, pero sí puedo tener una barbacoa… aha…
En fin, como sólo nos habían dado una llave, le pedimos otra, y entonces nos habla de que hay un manager, que es el que lleva eso y que hay que pagarle 40NZD por la llave… esto es peor que solicitar la tarjeta de residente para el coche en Madrid!!
Por otra parte, nadie nos dijo nada del alquiler de la otra habitación, así que tercera deducción: no alquila su habitación.
En este punto la rubia ya decidió que los indios le caen mal, que la ponen de mala leche y que quiere perderlos de vista.
Hoy (ayer para vosotros) salimos de casa y cuando volvemos, a la hora de comer, nos encontramos a (dos puntos) el que se supone que es nuestro compañero de piso, el que se supone que es el casero y dos indios más que nos presentan como “vuestros compañeros de piso” ¿¿Perdona??.... compañeros que, cuando se piran los otros dos, nos piden nuestra única llave porque ellos no tienen ¡¡¡¿¿¿PERDONA???!!! Pues perdona pero no! (la rubia ya muy mosqueada).
Total, que esto es la verbena de la paloma en versión Bollywood, disfrutamos de la casi constante compañía de el que se supone que es nuestro casero, de el que se suponía que era nuestro único compañero y de los dos que, oficialmente, lo son... Qué bonita estampa familiar!
Asi que mañana (hoy para vosotros) nos vamos a ver un piso entero, vacío, de un matrimonio majísimo en el que depositamos todas nuestras esperanzas para poder pirarnos de aquí lo antes posible y montar nuestra propia verbena de la paloma, ¡pero con derecho de admisión!.
Seguiremos informando… 

P.D: Aqui is dejo documentación visual de lo que puede ser un backpacker hindú:
 El baño
 Lavadora y secadora
 La cocina
 La habitación patera
 Nuestro remanso de privacidad

miércoles, 5 de octubre de 2011

Encuentros y Vida social


 La verdad es que desde que aterrizamos por estos lares, mi teléfono neocelandés no ha parado de trabajar.
Aquí no se estila llamar, todo funciona por sms. A los hechos me remito si os digo que por 20NZD mensuales (unos 12€) te dan 2.500 sms a móviles de aquí (2.500!!) y 100 sms a móviles internacionales de 30 países… una vez más Spain is different y no entra en la lista. Tanto es así, que la gente que pone anuncios de pisos o habitaciones, te dice “text me” en lugar de “call me”.
Antes de llegar a Auckland yo ya traía unos contactillos hechos, que si un bonaerense- colombiano, que si un vietnamita-kiwi, que si hindú, que si un pakistaní-kiwi… sí, aquí la gente es muy de nacer en un sitio pero criarse en otro.
Desde el primer momento en que llegamos no he parado de mensajearme con ellos, asi que os podéis imaginar qué ritmo lleva mi móvil… y lo que mola ver que tienes vida social al otro lado del mundo!!
El primero con el que quedamos fue con el vietnamita, Thang. Nos citó el viernes a las 23h a pie de la Sky City (la torre insignia de la ciudad, símbolo de Auckland, una prima hermana del pirulí de Torrespaña pero con más glamour, prometo poner una foto) con la promesa de llevarnos a un pub. El colega en cuestión apareció en su coche, bien arrimadito al volante (probablemente debido a su falta de destreza con éste), y desde el primer momento sólo supo decirnos lo caro que estaba todo, el mal momento elegido para ir y lo complicado que iba a estar encontrar una casa y un curro… vamos, la alegría de la huerta. En lugar de al pub nos llevó a su casa (muy chula por cierto) y alli, además de palabras alentadoras, se empeñó en repetirnos una y otra vez lo cansados que estábamos… “pues mira sí, que ya si eso dejamos lo del pub para otro momento, que nosotros durmiendo vamos a estar bastante más felices que contigo”. Y hasta aquí el vietnamita. Murió fue terrible.
Al día siguiente, no sin cierto recelo, quedamos con Alí, el pakistaní-kiwi, y el karma nos recompensó. Alí ha resultado ser un encanto de chaval enamorado de España, que además de hablar bastante español, le encanta el flamenco y el parque del Retiro. Pasamos toda la tarde con él y, como ese día había doble partido del mundial de rugby, le enseñamos lo básico que debía conocer cuando estuviera en España: ir de cañas. Aunque aquí no se puede hacer igual que allí por motivos monetarios, fue muy divertido, sobre todo porque ver la indumentaria de las hinchadas escocesa y sueca no tiene precio: kilts, caras pintadas, cuerpo enteros enmallados a los que se les transparentaba hasta el dni… y todo esto bien regadito con litros y litros de alcohol. Curioso.
Ahora tenemos a Alí malito, pero nos escribe todos los días para ver que tal estamos. Un encanto.

Y ya sólo me queda el bonaerense- colombiano, con este he quedado esta misma tarde. Se llama Jaime, lleva 6 meses aquí, tiene el mismo visado que nosotros y ha conseguido trabajar en los suyo (ADE). También es un tipo muy majo que se ofreció a ayudarnos desde el primer día. Me ha estado contando su experiencia y dándome consejos sobre cómo hacer algunas cosas por aquí. Hemos quedado en tomarnos unas cervezas el viernes.

Por lo demás hoy hemos salido un poco con la gente del backpacker. Habia organizada una fiesta en un bar-restaurante cercano y nos han invitado a unas cervezas y unas pizzas mientras sacaban a guiris varios al escenario a hacer el moñas.

Iremos ampliando las informaciones sociales con el tiempo. Ahora me voy a dormir que mañana tenemos nuestra primera cita para ver un piso. Deseadnos suerte!

lunes, 3 de octubre de 2011

Aterrizados

Que no aterrorizados, todo lo contrario.
La amable autobusera nos indicó que habíamos llegado a nuestra parada, asi que cogimos todos nuestros bártulos y rápidamente encontramos nuestro backpacker, donde un amable jovenzuelo nos dio la bienvenida y nos indicó donde teníamos el banco más cercano para abrirnos una cuenta.
Cuando fuimos a cambiar los euros en el National Bank, una amable empleada nos preguntó si teníamos cuenta con ellos, y al decirle que no pero que era nuestra siguiente intención, captó nuestras caras de recién llegados y se volvió más amable aún preguntándonos sobre nuestra vida e indicándonos que en breves minutos nos atendería una compañera suya para abrirnos la cuenta y que después ella nos volvería a atender, garantizándonos mejores condiciones de cambio. Su amabilísima compañera no dudó en dedicarnos sonrisas varias mientras nos explicaba todo lo que nos iba haciendo y nos aconsejaba sobre los mejores parajes del país.
Y una vez terminadas todas las operaciones bancarias y obtenidas nuestras cuentas, salimos de alli con la sensación de tener 2 amigas para siempre.
Prometo que todo esto no es el guión de un capítulo perdido de La Aldea del Arce, todo esto es Auckland.
Después de pasar el día borrachos de amabilidad y facilidades, e investigar nuestros alrededores más próximos, a las 19h nuestros cuerpos se dejaron poseer por el jetlack.

13h después nos levantamos y nos fuimos a solicitar nuestro tax number para poder currar aqui (por el nombre podeis deducir para lo que sirve), y salimos de la sucursal con una nueva cuenta bancaria, más ventajosa que la anterior, donde ellos mismos nos anulaban lo hecho anteriormente y la promesa de 2 tarjetas visa monísimas… lo que no haga la amabilidad. Dos cuentas de banco en dos días! Igualito que en Spain!


¿El albergue?
Vamos a decir que al menos está limpio… A ver, no es que esté mal, pero por lo que se paga, que menos que nos den de desayunar y que las habitaciones tengan una taquilla o un par de repisas. Y la gran incógnita: ¿cómo se calienta esta gente en invierno? Porque la calefacción brilla por su ausencia, y os aseguro que ahora mismo no nos vendría de más. Sin duda lo mejor es la situación, su limpieza (aquí no incluimos el apartado “olores”) y el agua caliente de las duchas.
La primera noche estuvimos solos, pero luego se nos ha unido una pareja de ingleses… poco ordenados, que tienen como costumbre celebrar jornadas de puertas abiertas.

En fin, esperemos que en breve os pueda contar cómo es nuestro pisito.

domingo, 2 de octubre de 2011

Volando Voy

Hoy por fin he encontrado el momento para empezar a escribir algo de esta aventurilla que apenas ha echado a andar y que, por supuesto, ya tiene más de 2, 4 u 8 lineas por escribir.
Por si hay algún desconocedor de lo que hablo en la sala, una locuela que responde al nombre de Lara y un servidor han hecho una gran maleta y se han venido al otro lado del mundo a aprender todo lo demás e inglés.

Más de 30h de vuelo son muchas horas, y la primera aventura comenzó a las 2h y media de salir de Madrid cuando en el aeropuerto de Frankfurt, en palabras de Lara, una “típica alemana” nos dice que el nº de visado de Lara no es válido… Aquí comienza Nueva Zelanda Express!!

La escala era muy justita, así que tratamos de explicarle a la buena mujer que ese nº también era válido y que, de hecho, la visa estaba aprobada. Ella, como buena trabajadora y alemana, hizo las pertinentes comprobaciones y llamadas y terminó informándonos de que todo estaba OK y que si nos preguntaban en Auckland dijésemos que ella había hablado con Ms. Alice… ¿alguien sabe quien es esta señora?... nosotros tampoco.
Cogimos el vuelo a Seoul por los pelos, vuelo en el que no nos habían dado asientos juntos y hubo que mover a infinitos koreanos para lograr que la rubia y yo tuviésemos una cabeza amiga cercana en la que dormitar. Llegamos a Seoul con las horas y los biorritmos ya del revés y conseguí dormir en los asientos del aeropuerto.
Y después de infinitas horas más de avión, llegamos a Auckland. Control de pasaporte y visado: ¿recordáis a la famosísima Ms. Alice? Pues resulta que aquí no es tan famosa y nos informan amablemente que la rubia sólo tiene 3 meses de estancia en el país. Le sugiero a nuestra afable agente de la ley que contacte con inmigración para subsanar el error y le parece una idea acertada (fíjate tú) y en ese momento apareció nuestra luz al final del túnel: un simpatiquísimo policía que había estado en Barcelona y que nos solucionó la papeleta.

A partir de aquí todo lo relacionado con papeleos y gestiones varias ha sido asombrosamente ágil y fácil. Todo han sido buenas caras, sonrisas y ayudas. A menos de 1h de haber aterrizado ya disponíamos de móvil neozelandés, y pocas horas después de nuestra primera cuenta bancaria, y digo primera porque al día siguiente la cancelamos y nos abrimos otra… Amazing.

Como esto ya ha tomado una buena consistencia, creo que es el momento de acabar por hoy. Pero antes de despedirme me gustaría volver a daros las gracias a todos y cada uno de los que me habéis hecho sentir tan especial en estos lacrimógenos días previos al viaje. Llamadas, mensajes, besos, abrazos, lágrimas y de más equipaje emocional, todo me lo he traido. Se os echa mucho de menos.