domingo, 2 de octubre de 2011

Volando Voy

Hoy por fin he encontrado el momento para empezar a escribir algo de esta aventurilla que apenas ha echado a andar y que, por supuesto, ya tiene más de 2, 4 u 8 lineas por escribir.
Por si hay algún desconocedor de lo que hablo en la sala, una locuela que responde al nombre de Lara y un servidor han hecho una gran maleta y se han venido al otro lado del mundo a aprender todo lo demás e inglés.

Más de 30h de vuelo son muchas horas, y la primera aventura comenzó a las 2h y media de salir de Madrid cuando en el aeropuerto de Frankfurt, en palabras de Lara, una “típica alemana” nos dice que el nº de visado de Lara no es válido… Aquí comienza Nueva Zelanda Express!!

La escala era muy justita, así que tratamos de explicarle a la buena mujer que ese nº también era válido y que, de hecho, la visa estaba aprobada. Ella, como buena trabajadora y alemana, hizo las pertinentes comprobaciones y llamadas y terminó informándonos de que todo estaba OK y que si nos preguntaban en Auckland dijésemos que ella había hablado con Ms. Alice… ¿alguien sabe quien es esta señora?... nosotros tampoco.
Cogimos el vuelo a Seoul por los pelos, vuelo en el que no nos habían dado asientos juntos y hubo que mover a infinitos koreanos para lograr que la rubia y yo tuviésemos una cabeza amiga cercana en la que dormitar. Llegamos a Seoul con las horas y los biorritmos ya del revés y conseguí dormir en los asientos del aeropuerto.
Y después de infinitas horas más de avión, llegamos a Auckland. Control de pasaporte y visado: ¿recordáis a la famosísima Ms. Alice? Pues resulta que aquí no es tan famosa y nos informan amablemente que la rubia sólo tiene 3 meses de estancia en el país. Le sugiero a nuestra afable agente de la ley que contacte con inmigración para subsanar el error y le parece una idea acertada (fíjate tú) y en ese momento apareció nuestra luz al final del túnel: un simpatiquísimo policía que había estado en Barcelona y que nos solucionó la papeleta.

A partir de aquí todo lo relacionado con papeleos y gestiones varias ha sido asombrosamente ágil y fácil. Todo han sido buenas caras, sonrisas y ayudas. A menos de 1h de haber aterrizado ya disponíamos de móvil neozelandés, y pocas horas después de nuestra primera cuenta bancaria, y digo primera porque al día siguiente la cancelamos y nos abrimos otra… Amazing.

Como esto ya ha tomado una buena consistencia, creo que es el momento de acabar por hoy. Pero antes de despedirme me gustaría volver a daros las gracias a todos y cada uno de los que me habéis hecho sentir tan especial en estos lacrimógenos días previos al viaje. Llamadas, mensajes, besos, abrazos, lágrimas y de más equipaje emocional, todo me lo he traido. Se os echa mucho de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario