lunes, 19 de diciembre de 2011

La sal que no sala y el azúcar que no endulza


O lo que es lo mismo “Auckland’s matters”.

Sí, entre las curiosidades varias de esta ciudad, se halla el pintoresco fenómeno de estos dos condimentos de cocina. Nadie sabe por qué pero las cantidades de una cosa y otra con las que estás acostumbrado a cocinar, aquí no es suficiente. Debe ser por eso que los envases de ambas te los venden en formato familiar. Ay bendita Azucarera Española!

Otro punto a destacar es la vida animal en la ciudad. Llevo casi 3 meses aquí y os puedo asegurar que no he visto ni un solo gato por la calle, nada, inexistentes. Lo mismo ocurre con los perros, he visto alguno pero siempre en algún parque, y os aseguro que se pueden contar con los dedos de una mano. Parece ser que aquí se toman muy en serio lo de tener una mascota. Eso sí, tienen especial adoración por los pájaros, que campan a su gusto por cualquier espacio, a los hechos me remito dejándoos esta imagen que pude captar mientras me tomaba un café:


Es más, existe una copistería cerca de donde vivo donde en más de una ocasión me había parecido ver rondar a alguna paloma. Un día entramos la rubia y yo y descubrimos la razón de nuestra sensación, y es que la buena mujer, entre copia y copia, había instalado un improvisado comedero a las tan queridas ratas del cielo…

Pero sin duda alguna, el fenómeno estrella de la ciudad es el chanclismo y/o pies negros. Te pongas lo que te pongas y haga el tiempo que haga, unas buenas chanclas es la mejor manera de integrarte en la ciudad; especialmente los días lluviosos (que son unos pocos, por cierto). Yo me imagino que esta gente dejará el zapato cerrado para pleno invierno, porque aquí las chanclas es el calzado estrella, y eso cuando van calzados, porque si no llueve el calzado les sobra y muchos salen descalzos, madres con sus hijos incluidos.
Otra opción menos usada, pero no por ello inexistente o carente de la atención que merece, es usar las zapatillas de andar por casa… Si con la ropa ya les cuesta acertar a la mayoría, lo del calzado ya es un mundo aparte.

Y luego están las confusiones interlingüísticas, que pueden hacer que empieces a mirar a la banca con otros ojos…  

Filial de Rabobank, claro

Para terminar, saliéndome de los asuntos tratados hasta ahora pero sabiendo que vuestro apetito informativo lo pide, sólo me queda deciros que la charla del otro día sobre cine Español fue todo un éxito. Teniendo en cuenta el día tan desagradable que hizo, fue sugestivo ver la salita llena de gente así como satisfactorio recibir las peticiones de volver a verme por alli con algo nuevo entre manos.
Me gustaría agradecerle a Cristina la oportunidad que me ha dado y la confianza que depositó en mi sin apenas conocernos. Espero que el año que entra podamos darle forma a esa idea que quedó encima de la mesa y en nuestras cabezas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario