viernes, 28 de octubre de 2011

Spanish team

El miércoles de la semana pasada mi vida social dio un giro. Llevaba tiempo queriendo ir a un encuentro semanal que organiza la gente de couchsurfing aquí, el citado “spanish exchange” del que os hablaba en el anterior post. Consiste básicamente en juntarse los miércoles en una casa para comer y beber con la excusa de practicar el español. Alli nos juntamos unas 40-50 personas (la casa se lo podía permitir), asi que conocí a bastante gente, muchos de ellos españoles.
La verdad es que el evento está muy bien, hablas con gente de sitios diferentes que te cuentan como han llegado hasta su ahora y, lo mejor, es la sensación de apertura que te transmiten todos ellos.
Estuve mucho tiempo hablando con Gerardo, un chico de Valladolid que lleva unos 6 meses por aquí con su chica, Virginia, y que acaba de conseguir un trabajo que le abre la posibilidad de quedarse aquí indefinidamente gracias al work permit. Me estuvo contando muchas de esas cosas prácticas que todos queremos saber al llegar nuevo a un país: por donde moverte para ver una cosa u otra, cómo conseguir descuentos (muy español esto), consejos sanitarios, de automoción y mecánico, avituallamiento...
Después de estar en la casa nos fuimos al bar oficial de los couchsurfistas en Auckland, el Bungalov8, donde te invitan a la primera cerveza y te hacen precio especial en sucesivas y en la comida diciendo que eres del grupo… sí, confieso que de momento no he pagado ninguna en este bar.
Aquí conocí al resto de la colonia española. Lo bueno de esto es que comienzas a conocer a gente y empiezan a salir oportunidades varias, como por ejemplo soplos de posibles trabajos (a ver si alguno de estos soplos se materializa).
También conocí a una pareja inglesa. Ella era incapaz de hablar castellano (por vergüenza, no por desconocimiento) y él lo hablaba casi mejor que yo! Habían estado viviendo y trabajando en España, ¡¡y en Ávila durante un verano!! Y ahora trabajan aquí como profesores de inglés.

El domingo quedé de nuevo con el spanish team para ver el partido (no podía ser de otra manera) y siguieron presentándome a más integrantes del mismo. Las consecuencias ya las habéis leído/visto en el post anterior.
Y el lunes, que aquí fue fiesta, me llevaron a hacer mi primera barbacoa de la primavera neozelandesa a un parque enorme llamado One Tree Hill. No puedo no contaros las curiosidades del super al que fuimos a comprar el comercio y el bebercio. Éramos 5 personas, de 28 años en adelante, y para que nos dejasen llevarnos una caja de botellines tuvimos que enseñar todos nuestra identificación (sí, ya sé que es muy responsable por su parte pero, aunque nos duela, a estas alturas ninguno pasa por la minoría de edad). Pero lo más llamativo fue ver este artilugio pegadito a la señora cajera: 



No, no es que en este sitio vendieran uranio enriquecido.
No, tampoco tenían ningún catálogo de donantes a la carta.
Ahí, en ese búnker, se guarda la drogaína… esto es, el tabaco.

En resumen, que el spanish team ha sido todo un hallazgo.

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