lunes, 9 de enero de 2012

Feliz no Navidad

He de confesar que el hecho de pasar unas navidades fuera de España sonaba interesante, máxime si las citadas fechas coincidían con la época estival del país en el que uno se encuentra. Pensar en recibir el nuevo año desde una playa pintaba de lo más atractivo, ya me veía yo al más puro estilo Mikonos party: mucha gente y mucha fiesta (sí, siempre he sido muy peliculero y Callejeros Viajeros ha hecho mucho daño).
La realidad ha sido muy diferente. Para empezar, eso que llamamos “espíritu navideño” aquí no ha llegado; vale que El Corte Inglés ayuda mucho a ello, pero señores, es que no había ni una lucecita navideña por las calles, la escasa decoración podía definirse como más simple que el salpicadero de un Seat Panda, esto es, unas cintas rosas en forma de tirabuzón colgando de las farolas, tres bolas gigantes de navidad en mitad de la plaza del ayuntamiento (y cuando digo tres, es que eran tres contadas) y un Papa Nöel gigante con dos renos en la calle principal. Ya.





Nuestro saloncito navideño superaba a toda la ciudad

 Para continuar ¿qué y cómo celebran aquí estas fiestas? Pues celebran el 25 de Diciembre haciendo una comida y sanseacabó, ni Nochebuena, ni Nochevieja, ni Año Nuevo ni, mucho menos, Reyes, claro. Eso sí, 26-27 y 2-3 son festivos y cierra todo. Todo incluye bares y restaurantes, pero no supermercados (los 2 que hay, que abren 7 dias, 24h); asi que si quieres saltarte las reglas navideñas de los neozelandeses y salir a celebrar algo, lo único que puedes hacer es montarte la fiesta en casa (ó en el super claro).

Y para finalizar: el tiempo…  Este simbolito y la palabra “showers” es el pan nuestro de cada día. Nada más que añadir.


Pero por suerte no todo van a ser cosas negativas. Aunque en Navidad descansé 2 dias en mi trabajo de mañana, tuve que trabajar por las tardes donde vivo, pero eso se compensó el fin de semana siguiente porque conseguí 3 dias libres enteros, ¡que emoción! Mis primeros días off reales en casi 2 meses! Habia que aprovecharlos, asi que me fui a Tauranga con el spanish team y el año nuevo tuvo otro color.
Cogimos un bungalow en un camping a las afueras del pueblo y ahí nos dedicamos a hacer lo que mejor sabemos hacer los españoles: comer y beber, máxime cuando las actividades ocio-deportivas fueron canceladas gracias al simbolito anteriormente mostrado.
Volviendo a hacer hincapié en el ánimo festivo del kiwi común, cabe citar que el 31 de Diciembre a las 22:30h tuvimos la agradable visita de la manager del recinto que nos invitó a disminuir los decibelios de nuestras conversaciones porque era tarde… Sorry? Do you know today is New Year’s Eve??!!
Tras nuestras improvisadas y personales uvas, nos acercamos a la zona del paseo marítimo de Tauranga para observar el comportamiento de los autóctonos del lugar en bares y discotecas. Sin embargo la expedición duró poco, ya que a las 3am todos los sitios cerraron…
El día 1 a las 12 de la mañana volvimos a vivir el paso al año nuevo, viendo en directo las campanadas desde la Puerta del Sol. No os podría describir bien esa sensación, pero me pareció un momento irreal, como que no me creía lo que estaba pasando, no parecía Año Nuevo. Una sensación rara.
Viendo al ambientazo de la noche anterior, esta vez, después de una barbacoa en la que volvieron a pedirnos silencio, nos fuimos a un merendero a la orilla de un río, guitarra en mano, y entre risas y canciones pasamos una gran noche.
El lunes el sol hizo acto de presencia, al fin! Aprovechamos para irnos a la zona de playa de Tauranga y visitar el monte Maunganui. Aunque no me dio tiempo a darme un bañito porque tenia que coger el bus de vuelta a Auckland, al menos disfruté de la jornada veraniega. Otra vez será.
Mount Maunganui (Tauranga)

En resumen, que las navidades fuera de casa dejan bastante que desear. 
¡¡Y FELIZ 2012!!